Los objetos conectados de la sanidad

Los objetos conectados están cada vez más presentes en la vida diaria de los españoles. Pueden ser utilizados en casa para facilitar las tareas cotidianas y tomar decisiones a distancia, lo que calificamos como domótica (casa inteligente). También permiten vigilar fácilmente nuestra condición física. Una funcionalidad que es, por cierto, muy usada en el área deportiva. De hecho, los relojes conectados o los dispositivos que registran la actividad son llevados por numerosos adeptos, quienes miden el número de pasos a lo largo del día, la distancia recorrida en Km y el número de calorías quemadas. Estos objetos permiten también seguir nuestro rendimiento deportivo e incluso analizar algunos gestos técnicos, como con una raqueta de tenis contactada que ha lanzado al mercado la empresa Bobolat.

El objeto conectado más comercializado es el reloj, pero muchos otros dispositivos o accesorios de moda salen a la luz, como las gafas de sol, la ropa, los anillos, los brazaletes, los zapatos, etc. Algunos laboratorios han incluso creado una cápsula conectada, que se ingiere o se coloca en un parche implantado en el brazo.

El sector de la sanidad está especialmente interesado por los objetos conectados. Ya que es posible determinar la calidad de el sueño, de asegurarse de la buena toma de la píldora, de analizar su masa corporal con una báscula de análisis corporal sin hilos conectada o incluso de preservar la autonomía de las personas mayores con equipamiento adaptado.

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También existen cepillos de dientes conectados, que gracias a sus captores integrados analizan en detalle vuestra manera de cepillaros los dientes y pueden indicaros las zonas dónde el cepillado necesita ser intensificado y también indica si la duración recomendada es respectada o no. Del mismo estilo, el tenedor conectado ha sido creado para disminuir la velocidad a la que comemos y así, limitar el número de calorías ingeridas.

Mejorar la autonomía de las personas mayores contra el envejecimiento creciente de la población es también una preocupación importante en España. Es por esta razón, que numerosos objetos conectados permiten asegurar la seguridad de los mayores. Llevando un brazalete conectado, es posible contactar con los más cercanos o con los servicios de emergencias en un solo clic. También podemos encontrar en el mercado un parche que permite geolocalizar las personas que padecen de Alzheimer y poder así, alertar a la familia en caso de caída o fuga.

Algunos aparatos específicos como el tensiómetro y el pulsioxímetro son objetos médicos completos que forman parte de la familia de los objetos conectados. Un tensiómetro conectado, por ejemplo, permite a los usuarios medir la presión arterial des de su casa y de transmitir los informes diarios a su médico. También existe un aparato conectado para medir la glucemia. Estos aparatos creados por la marca Beurer permiten medir la tasa de glucosa en sangre y seguir la evolución de sus resultados en su ordenador o su smartphone. Este tipo de objetos es particularmente recomendado para los diabéticos.

Los objetos conectados son sujetos con numerosas innovaciones tecnológicas, principalmente en el campo de la sanidad. Google, por ejemplo, ha imaginado unas lentillas conectadas inteligentes para diabéticos con las que poder analizar sin manipulaciones y sin obligaciones la tasa de azúcar en las glándulas lacrimales en lugar de analizar directamente la sangre.

 

This undated photo released by Google shows a contact lens Google is testing to explore tear glucose. After years of scalding soldering hair-thin wires to miniaturize electronics, Brian Otis, Google X project lead, has burned his fingertips so often that he can no longer feel the tiny chips he made from scratch in Google’s Silicon Valley headquarters, a small price to pay for what he says is the smallest wireless glucose sensor that has ever been made. (AP Photo/Google)

 

Los objetos conectados son capaces de recolectar datos confidenciales sobre nuestra salud. Tienen como objetivo mejorar nuestra condición de vida y facilitar el seguimiento médico de los usuarios. No obstante, a algunas personas les preocupa que sus datos sean utilizados por empresas privadas, como las aseguradoras, que a largo plazo podrían adaptar su oferta en función de los resultados obtenidos a través de los objetos conectados y aumentar los precios en función de los comportamientos de los usuarios, como el hecho de no practicar actividades deportivas o de no dormir suficientemente, etc. El límite entre la innovación tecnológica para el bien común y la posibilidad para las empresas de aprovecharlo como una ventaja financiera aún no está claramente definido.

Actualmente, los objetos conectados de la sanidad constituyen un verdadero avance tecnológico y son beneficiosos para la población, en cuanto a la mejora del diagnostico y de la toma en cargo del paciente.

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