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En cirugía, traumatología y medicina de urgencias, el cierre cutáneo debe ser rápido, fiable y lo menos traumático posible. La grapadora cutánea, también conocida como grapadora de sutura, responde a estos tres requisitos. Capaz de colocar en segundos grapas estériles, regulares y uniformes, reduce el tiempo quirúrgico, disminuye la exposición al aire de una herida abierta y optimiza la comodidad del paciente. Por ello, Girodmedical pone a disposición de los profesionales de la salud una gama completa de grapadoras médicas y accesorios complementarios, adecuados tanto para quirófanos como para servicios de urgencias, consultas privadas y centros ambulatorios.
La grapadora de sutura metálica está especialmente recomendada para incisiones quirúrgicas largas, heridas lineales profundas, pacientes con piel frágil o con alto riesgo de infección. A diferencia de los puntos con hilo reabsorbible o no reabsorbible, las grapas cutáneas ejercen una tensión mínima sobre los bordes de la herida y se colocan sin perforar completamente la dermis, lo que reduce el dolor tanto al colocar como al retirar. En servicios con alta rotación de pacientes, la grapadora también ofrece un ahorro de tiempo importante: bastan unos segundos para cerrar una incisión que llevaría varios minutos con sutura tradicional. Para conocer los diferentes modelos disponibles, estériles y de un solo uso o recargables, visite nuestra categoría Grapadora de sutura.
El acero inoxidable médico, material preferido para la fabricación de grapas, ofrece una excelente biocompatibilidad: no se oxida, no libera iones irritantes y se extrae fácilmente con una pinza específica. Las grapas ejercen una presión uniforme, evitan la maceración, dejan un espacio adecuado para el drenaje de exudados y limitan así la formación de hematomas. Para ciertas intervenciones (prótesis articulares, cirugías abdominales o cesáreas), el cierre mecánico se ha convertido en el estándar, ya que reduce el tiempo de anestesia y facilita el seguimiento postoperatorio.
El uso de una grapadora requiere material complementario adecuado:
- Campos estériles para proteger la zona quirúrgica,
- Una pinza o extractor de grapas para una extracción atraumática: disponible en nuestra sección extractor de grapas,
- Apósitos semipermeables para cubrir la línea de grapas,
- Eventualmente una sierra para yeso si la incisión debe protegerse mediante inmovilización y se requiere una extracción precisa del dispositivo: consulte nuestra selección de Sierras para yeso.
Con este equipo, el profesional puede seguir todo el ciclo de vida de la sutura: colocación aséptica, mantenimiento seguro y retirada sin dolor.
Cada grapadora presentada por Girodmedical se entrega en envase estéril con un indicador de esterilización conforme a las directivas europeas sobre dispositivos médicos. Los modelos de un solo uso eliminan todo riesgo de contaminación cruzada entre pacientes; las versiones recargables, por su parte, cuentan con cartuchos esterilizados por separado y un cuerpo de grapadora autoclavable. Las grapas están probadas para resistir la tracción sin provocar desgarros cutáneos, garantizando así un cierre estable durante todo el proceso de cicatrización.
Antes de colocar las grapas, la herida se desinfecta y los bordes se aproximan con una pinza de piel. La grapadora se posiciona perpendicularmente a la línea de incisión y se activa con un movimiento firme; la grapa se cierra automáticamente, acercando los tejidos hacia el interior y garantizando una coaptación homogénea. El espaciado estándar es de aproximadamente un centímetro entre cada grapa. Después de la colocación, un apósito impermeable pero transpirable protege la zona operada. Las grapas se retiran generalmente entre el séptimo y el decimocuarto día, según la vascularización de la zona y la tensión cutánea.